El Qi (气) y la sangre (血) son esenciales para la vida.
El antiguo texto chino Huangdi Neijing dice: «Cuando el Qi y la sangre están en armonía, no hay enfermedad, pero cuando se desequilibran, las enfermedades se desarrollan».
Mantener la salud consiste en nutrir el Qi y la sangre. El cuerpo se alimenta de estos dos elementos: cuando el Qi circula, la sangre también lo hace; cuando el Qi se estanca, la sangre también lo hace, lo que provoca problemas de salud.
¿Qué son el Qi y la Sangre?
El Qi (气) y la sangre (血) son las dos sustancias básicas del cuerpo humano y juegan un papel crucial en la vida.
El Qi tiene funciones como impulsar y regular el cuerpo, calentarlo y defenderlo, mientras que la sangre nutre y sostiene la vida.
Estos dos elementos son interdependientes, nutren los órganos y tejidos, y mantienen las actividades vitales. Si hay un desequilibrio en el Qi y la sangre, el yin (阴) y el yang (阳) también se desequilibran, lo que puede llevar a la enfermedad.
Manifestaciones de la insuficiencia de Qi y Sangre
La insuficiencia de Qi y sangre (气虚 y 血虚) se manifiesta en una disminución de la función de los órganos y en el envejecimiento prematuro. Cuando el Qi es insuficiente, la sangre carece de impulso y no puede circular correctamente, lo que provoca estancamiento.
Este estancamiento es una de las principales causas del envejecimiento, ya que el Qi y la sangre necesitan estar en constante movimiento para mantener la salud.
Cómo prevenir el estancamiento de Qi y Sangre
Para evitar el estancamiento, es esencial reducir las toxinas en el cuerpo, aumentar la circulación del Qi y la sangre, y asegurarse de que estos fluyan adecuadamente.
Esto se logra mediante una combinación de suplementar (dormir, alimentos como el ejiao, dátiles rojos y otras hierbas) y movilizar el Qi y la sangre mediante prácticas como el qigong (气功) y el taichi (太极拳).
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