En la observación interna, el «Qì» (气, qì) es la sustancia más básica que mantiene las actividades vitales del cuerpo humano. No se puede ver ni tocar, entonces, ¿qué es exactamente el «Qì»? ¿Por qué se distingue entre el Qì innato y el Qì adquirido?
En la medicina tradicional china, existe un término llamado Qì, sangre, fluidos corporales (气血津液, qì xuè jīn yè), que indica que la sangre y los fluidos corporales están intrínsecamente relacionados con el Qì. El Qì genera sangre (气能生血, qì néng shēng xuè), genera fluidos (气能生津, qì néng shēng jīn), y la formación de ambos depende del Qì.
Antes de profundizar en el Qì del cuerpo humano, hablemos primero sobre el Qì de la naturaleza, un concepto más familiar que puede facilitar la comprensión.
La interacción del Qì del cielo y la tierra da lugar a todas las cosas
(天地气交,万物华实, tiāndì qì jiāo, wànwù huá shí).
La interacción de los Qì del cielo y la tierra es el proceso en el que el Qì yang (阳气, yáng qì) del cielo desciende y el Qì yin (阴气, yīn qì) de la tierra asciende, encontrándose en un punto medio donde los humanos pueden respirar. Por ejemplo, en altitudes elevadas, el aire es muy delgado, y en zonas bajas, la humedad es muy alta. En los lugares donde se encuentran el Qì del cielo y el Qì de la tierra, se crea un entorno adecuado para la vida humana.
Aquí, el Qì del cielo pertenece al yang (阳, yáng), y el Qì de la tierra pertenece al yin (阴, yīn). El movimiento y la interacción entre el yin y el yang producen las estaciones y el clima. Así surgieron los seis tipos de Qì: viento, frío, calor, humedad, sequedad y fuego (六气, liùqì), que se corresponden con los cinco elementos (五行, wǔxíng). Estos Qì están en armonía y también se regulan entre sí. El ser humano vive dentro de esta interacción del Qì.
Dado que los humanos vivimos en esta interacción del Qì, somos, al igual que todas las cosas en el universo, el resultado de la combinación de los Qì del cielo y la tierra. Como dice un antiguo dicho: «El cielo y la tierra se combinan, y de ahí surge la vida humana» (天地合气,命之曰人, tiāndì hé qì, mìng zhī yuē rén).
En la medicina china, se dice que «la esencia es la forma más pura del Qì» (精也者,气之精者也, jīng yě zhě, qì zhī jīng zhě yě). La esencia (精, jīng) se refiere al Qì de los cinco elementos internalizado en el cuerpo, formando la materia esencial que compone el cuerpo humano y mantiene sus actividades vitales.
Esta materia esencial incluye tanto el Qì innato (先天之气, xiāntiān zhī qì) como el Qì adquirido (后天之气, hòutiān zhī qì). El Qì innato proviene de la esencia del riñón (肾精, shèn jīng), y el Qì adquirido proviene del bazo y el estómago (脾胃, pí wèi). Al discutir la formación de la vida, el Qì se refiere específicamente a la esencia reproductiva y la energía vital heredada de los padres, que es la base de la vida humana.
El Qì innato se forma cuando la esencia de los padres se combina para formar el embrión, el cual gradualmente desarrolla el cerebro, los huesos, la sangre, los músculos, los órganos y la piel. A medida que el cuerpo humano se forma, las funciones vitales comienzan, impulsadas por este Qì innato.
Por otro lado, el Qì adquirido proviene de la transformación de los nutrientes absorbidos por el bazo y el estómago, los cuales son considerados la fuente de la producción de sangre y Qì. El cuerpo absorbe la esencia del mundo natural y, a través del movimiento del Qì, la utiliza y elimina los desechos metabólicos, como el sudor y las heces. Por lo tanto, el Qì es una sustancia esencial, y si prestas atención, puedes sentir su función y cómo lleva a cabo la eliminación de desechos.
Este constante ciclo de absorción y eliminación es lo que permite la renovación del cuerpo, manteniéndolo vivo.
Al final, el Qì innato y el Qì adquirido se complementan mutuamente, manteniendo el ciclo de la vida. Son inseparables y ambos son esenciales para la vida.
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